1- La redacción del perfil. Debe ser clara, detallando todas las posiciones que hemos ocupado y todos los logros que obtuvimos en cada una de ellas. “Vendernos de un modo profesional, creíble y trasmitiendo realidades”.
2- Hacer crecer día a día nuestra red de contactos en Linkedin. Presentar nuestro perfil a todos aquellos que conocemos y a los que no pero que consideramos de interés y creemos pueden actuar como nexo para un futuro contacto mas específico. Esa persona que hoy no sumamos puede ser el día de mañana el nexo entre nosotros y el ejecutivo de la empresa en la que siempre aspiramos obtener un empleo. Invitar a muchas personas a nuestra red nos permitirá acceder a más gente en forma exponencial.
3- Actualizar nuestro perfil. De este modo, nuestros contactos estarán al tanto de qué nueva actividad estamos desempeñando. Además de que las actualizaciones harán que aumente nuestra presencia en la red.
4- Sumar recomendaciones. Este es un recurso muy útil y difícil de hallar de una manera tan simple en la red. Un ex jefe, compañero, cliente, o proveedor puede escribir sobre nuestro desempeño profesional en determinado trabajo y así aporta un valor a la vez que otorga credibilidad a nuestro perfil.
5- Sumarse a las comunidades o grupos que sean de nuestro interés. Por allí circulan búsquedas desde posiciones de analistas hasta puestos gerenciales. Además de los avisos, también se proponen temas de discusión y se publican artículos de interés para quienes deseen estar actualizados sobre las últimas tendencias del mercado laboral.
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